El sector de la climatización está preparado para mejorar la calidad del aire interior y elevar los niveles de ventilación de los edificios

¿Estamos preparados para una revolución de la calidad del aire interior?

El sector de la calefacción, ventilación y aire acondicionado tiene una oportunidad de oro para revolucionar la calidad del aire interior y establecer nuevos puntos de referencia para las normas de ventilación de los edificios. Los últimos avances, como la publicación por parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de un objetivo de ventilación basado en la salud y la norma de ventilación mejorada de la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE), han sentado las bases para una posible victoria de la salud pública en el siglo XXI. Estos avances ponen de relieve la importancia de abordar la calidad del aire interior y su impacto en las enfermedades infecciosas respiratorias.

 

En un avance significativo, los CDC han introducido un objetivo de ventilación de al menos cinco cambios de aire por hora (ACH), que sustituye a la anterior falta de directrices específicas. Es la primera vez que la agencia establece una norma de ventilación destinada a combatir las enfermedades infecciosas respiratorias. Las recomendaciones de los CDC se ajustan estrechamente a las orientaciones de la Comisión COVID-19 de The Lancet y respaldan la idea de que mejorar los índices de ventilación es crucial para mitigar la propagación de patógenos en interiores.

ASHRAE, una destacada organización del sector de la climatización, ha complementado los esfuerzos de los CDC publicando su norma de ventilación mejorada, que está abierta a comentarios públicos. La respuesta de este grupo industrial significa un cambio hacia índices de ventilación más elevados para escuelas, oficinas, hogares y otros espacios interiores.

Enfriamiento evaporativo - Mejora de la calidad del aire interior

El uso de sistemas de aire acondicionado evaporativo directo e indirecto como soluciones sostenibles para mejorar la calidad del aire interior es un método para suministrar aire exterior 100% frío y continuo a los edificios. Estos métodos ofrecen medios eficaces y eficientes desde el punto de vista energético para mejorar los índices de ventilación y mantener al mismo tiempo ambientes interiores confortables. Con la implantación de estos sistemas, la industria de la climatización puede contribuir a un aire interior más limpio, reduciendo los riesgos asociados a las enfermedades respiratorias y mejorando el bienestar de los ocupantes.

Las recomendaciones actualizadas de los CDC también hacen hincapié en la puesta a punto periódica de los edificios, lo que ofrece oportunidades de mejora de la eficiencia energética y ahorro de costes.

La norma ASHRAE, actualmente en fase de borrador, ha sido objeto de gran atención y ha suscitado importantes comentarios públicos. El amplio contenido de la norma refleja los esfuerzos de colaboración de expertos de todo el mundo. Los expertos sugieren que la norma ASHRAE podría adaptarse para su uso en Australia, dadas las similitudes en el diseño y funcionamiento de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado de edificios entre EE.UU. y Australia.

En Seeley International creemos que es necesaria una mayor acción y apoyo gubernamental para mejorar la calidad del aire interior. Las fuerzas del mercado, los programas de cumplimiento voluntario y las normas gubernamentales obligatorias pueden impulsar un cambio significativo que beneficie a la salud pública y a la productividad.

El sector de la climatización se encuentra al borde de una posible revolución de la calidad del aire interior. Con el CDC estableciendo objetivos específicos de ventilación y la ASHRAE publicando una norma de ventilación mejorada, el escenario está preparado para elevar los estándares de ventilación de los edificios. Al mismo tiempo, los sistemas de aire acondicionado evaporativo directo e indirecto ofrecen soluciones sostenibles para mejorar la calidad del aire interior al tiempo que reducen los costes energéticos y las emisiones de CO2. Al adoptar estos avances y aplicar normas más estrictas, el sector de la climatización puede desempeñar un papel fundamental en la creación de entornos interiores más saludables para todos.

Más información sobre los recientes cambios en el artículo de The Washington Post "We might be on the verge of an indoor air quality revolution".